¿Dónde está el bebé? ¡Mira antes de cerrar!
Los bebés y los niños pequeños son especialmente sensibles a los efectos del calor extremo y deben confiar en otros para mantenerse a salvo. Cuando se deja en un vehículo caliente, la temperatura corporal de un niño pequeño puede aumentar de tres a cinco veces más rápido que la de un adulto.
Según Safe Kids Worldwide, de media, cada 10 días muere un niño por golpe de calor en un vehículo. Estas muertes son evitables, y todos los miembros de la comunidad, especialmente los cuidadores de niños, tienen un papel que desempeñar en la protección de nuestros niños.
He aquí algunas cosas sencillas que puedes hacer:
- Haga parte de su rutina diaria el dar cuenta de todos los niños a su cargo. Establezca sistemas de respaldo para comprobar y verificar que no se ha dejado a ningún niño en el vehículo. Nunca deje a un niño sin vigilancia en un vehículo, aunque las ventanas estén parcialmente abiertas o el motor esté en marcha con el aire acondicionado encendido. Los vehículos se calientan rápidamente; si la temperatura exterior es de unos 80 grados, la temperatura en el interior de un vehículo puede alcanzar niveles mortales en sólo 10 minutos, incluso con la ventanilla bajada 5 centímetros.
- Acostúmbrese siempre a mirar dentro del vehículo -por delante y por detrás- antes de cerrar la puerta y salir.
- Póngase en contacto con los familiares designados si un niño que está regularmente a su cargo no llega como se espera.
- Cree recordatorios para asegurarse de que ningún niño se quede accidentalmente en el vehículo. Coloque en la parte trasera del vehículo, junto al niño, un objeto que necesite en su destino final o coloque un peluche a la vista del conductor para indicar que hay un niño en el asiento del coche.
- Llame inmediatamente al 911 o al número de emergencia local si ve a un niño solo en un vehículo caliente. Si se encuentra en apuros debido al calor, saque al niño lo antes posible y refrésquelo rápidamente.